30/11/12

Del Espacio a la Tierra


Estamos rodeados de tecnología espacial. No nos damos cuenta, pero la tecnología derivada de la exploración del cosmos la tenemos en nuestras casas y en muchos de los  productos y servicios que utilizamos de manera cotidiana. 

Y es que, sin saberlo, miles de millones de personas en todo el mundo nos beneficiamos de los inventos que han sido concebidos, diseñados y fabricados para ser utilizados en la conquista del espacio. 




¿Quién no conoce el código de barras, los ordenadores portátiles, las herramienta sinalámbricas, las cocinas de vitrocerámica o los termómetros digitales

¿Cuántos de nosotros nos programamos el fin de semana con las previsiones del tiempo que nos ofrecen los satélites meteorológicos? 

¿Cuántos conductores de automóviles, camiones y autobuses se guían por las indicaciones de la red de satélites GPS?


Hasta la fecha, la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) y la Agencia Espacial Europea (ESA) han volcado cerca de 2.000 inventos en beneficio de la sociedad. 

El resultado es que la tecnología espacial nos beneficia de forma directa sin llegar a saber que la tenemos en casa. Es el caso de los sistemas de ahorro de energía que emplean los frigoríficos, lavavajillas y lavadoras, concebidos para los primeros satélites artificiales; o el de las pinturas anticorrosivas que protegen nuestros automóviles, cuyo origen está en las nuevas pinturas utilizadas para resguardar las rampas de lanzamiento de los cohetes norteamericanos Saturno V destinados a la conquista de la Luna.